El Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Puebla, responsable del levantamiento y traslado de cuerpos en todo el estado, opera con solo nueve unidades para atender a una población de más de 6.5 millones de personas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Algunas de estas unidades datan de 2002, lo que las coloca en condiciones casi obsoletas.
De acuerdo con información obtenida a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), los vehículos están distribuidos por regiones para abarcar la mayor parte del territorio. En promedio, cada unidad atiende a unas 722 mil personas, lo que refleja una sobrecarga operativa. En las zonas Centro–Puebla y Nororiente–Teziutlán existen cuatro unidades, dos por cada región, ambas del modelo 2002. En el Sur Poniente–Tehuacán operan dos vehículos más recientes, del año 2012, mientras que en el Sur Oriente–Izúcar de Matamoros hay tres, de los años 2014, 2016 y 2018.

Falta de recursos y consecuencias visibles
El SEMEFO es el encargado de trasladar cuerpos en casos de muertes violentas, hallazgos, ejecuciones o fallecimientos donde no exista un médico que certifique la causa natural. Sin embargo, la falta de vehículos adecuados ha generado problemas logísticos y situaciones indignantes para la ciudadanía.
El 23 de septiembre pasado, una imagen difundida en redes sociales mostró el cuerpo de un hombre trasladado en la batea de una camioneta negra de la Fiscalía General del Estado (FGE), cubierto únicamente con una manta. El hecho, ocurrido en Huauchinango, desató críticas por la falta de respeto hacia los familiares y el trato indigno hacia los fallecidos.

Urge renovación del parque vehicular
Tras el incidente, la FGE explicó que la unidad correspondiente estaba atendiendo otro reporte al momento del suceso, aunque reconoció un manejo inadecuado. La institución señaló la necesidad de fortalecer sus recursos materiales y humanos, tal como lo expresó su titular, Idamis Pastor Betancourt, quien solicitó un incremento presupuestal del 20 % para renovar la flotilla vehicular y mejorar las condiciones laborales del personal.
Mientras tanto, la realidad muestra un servicio forense limitado, con vehículos envejecidos y una capacidad operativa insuficiente para atender a todo el estado, situación que pone en evidencia la urgencia de invertir en un sistema más digno y eficiente para los poblanos.