Los hospitales de Puebla sufren más de 600 robos en la última década, de acuerdo con cifras oficiales de la Fiscalía General del Estado (FGE) y datos obtenidos vía la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT). El delito afecta tanto al personal médico como a los pacientes, pues los espacios destinados a la atención de la salud también se han convertido en objetivos de la delincuencia.
El caso más reciente ocurrió el 23 de octubre de 2025, cuando sujetos desconocidos robaron equipo médico y una computadora de la unidad móvil de mastografía de la clínica 55 del IMSS, ubicada en Amalucan. Aunque el servicio no se suspendió, este hecho reavivó la preocupación por la seguridad en hospitales y clínicas del estado.
Según la FGE, de enero a julio de 2025 se han abierto 22 carpetas de investigación por robos en hospitales poblanos. En 2015 se reportaron 41 casos y, aunque en algunos años las cifras bajaron, el delito se ha mantenido. Solo entre 2020 y 2022 se registraron 250 investigaciones, el periodo más alto de la década. En 2023 se contabilizaron 60 y en 2024 fueron 46.

Equipos médicos y medicamentos, los principales blancos
Las denuncias revisadas muestran que los robos abarcan desde computadoras y laptops hasta medicamentos controlados y equipo médico especializado. En algunos casos, los delincuentes actúan sin violencia; en otros, han amagado al personal con armas.
Uno de los casos más recordados ocurrió en el hospital de San Alejandro, donde sujetos armados irrumpieron en la farmacia y amenazaron a la encargada para llevarse medicinas y dispositivos. En contraste, otros hechos recientes, como el ocurrido en las oficinas del IMSS Puebla en el Centro Histórico, fueron hurtos silenciosos: los ladrones sustrajeron computadoras sin causar daños ni suspender operaciones por más de un día.

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Falta de seguridad, un problema persistente
Las cifras reflejan que, pese a los avances tecnológicos y de vigilancia, los hospitales públicos continúan siendo espacios vulnerables frente a la delincuencia. La continuidad de estos casos evidencia la necesidad de fortalecer la seguridad en los inmuebles, no solo para proteger bienes materiales, sino también para garantizar la tranquilidad del personal y los pacientes.