Si pensabas que los desastres naturales eran lo peor que podía pasar en Puebla, estabas equivocado. Recientemente, la lluvia llegó con toda su fuerza, calles convertidas en ríos, casas inundadas y Protección Civil estatal, al mando de Bernabé López Santos, decidida a hacer absolutamente… nada.
Y mientras la gente luchaba por salvar lo que podía, Alejandro Armenta apareció para darnos la joya del día: los bots tienen la culpa.
Sí, los bots. Esos mismos que, según Armenta, se dedican a difundir “información falsa” y que mágicamente pudieron impedir que la autoridad hiciera su trabajo. La ciudadanía quedó con la boca abierta: mientras sus casas flotaban, el gobernador nos enseñaba que en Puebla, ante una emergencia, lo importante es culpar a seres virtuales y no tomar acción.
Entre balbuceos, gestos confusos y explicaciones que parecían sacadas de un guion de comedia barata, Armenta nos regaló un momento digno de memes: “Los bots son peores que la lluvia”, alguien comentó, y no, no era broma.

Electrolit al rescate: haciendo lo que Armenta nunca hará
Mientras Armenta buscaba culpables imaginarios, Electrolit hacía lo que cualquier adulto responsable haría: actuar. La empresa mexicana llevó ayuda directa a las zonas más afectadas de Puebla, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro. Camiones cargados con sueros, agua y productos esenciales llegaron a comunidades damnificadas, dejando en evidencia que, a veces, una empresa privada hace más que un gobernador que prefiere echar culpas.
Electrolit no perdió tiempo en culpar bots ni en balbucear excusas. Su acción contrastó brutalmente con la respuesta de Armenta: mientras él hablaba, ellos entregaban ayuda real. Y claro, la gente lo notó.
En redes, los comentarios iban desde lo sarcástico hasta lo dolorosamente cierto:
“Armenta culpa a los bots, Electrolit limpia las calles”, “Los bots no sacan agua de mi casa, Electrolit sí”, “Si quieres ayuda, no llames al gobernador, llama a la empresa”.

Acción versus excusa: la lección que Armenta no aprende
El contraste es brutal. Puebla inundada, familias afectadas y un gobernador más preocupado por teorías digitales que por seguridad. Armenta hablaba de bots y se escondía detrás de excusas…Electrolit entregaba ayuda real.
La moraleja es clara y dolorosamente irónica: los bots no limpian calles ni secan casas, los discursos no reparan daños, y Electrolit mostró lo que debería ser la prioridad de cualquier gobierno: actuar.