Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial del Pan, una fecha instituida por la Unión Internacional de Panaderos y Pasteleros (UIB) en 2005. Esta conmemoración coincide con el Día Mundial de la Alimentación, establecido por la FAO, subrayando la importancia del pan en la seguridad alimentaria y su papel central en la cultura y nutrición a nivel global.
El pan es uno de los alimentos más antiguos de la humanidad, y su historia se remonta a más de diez mil años. Las primeras civilizaciones cultivaron cereales y molieron granos para obtener masas cocidas sobre piedras calientes. Posteriormente, los egipcios descubrieron la fermentación, lo que permitió crear panes más esponjosos y variados. Griegos y romanos perfeccionaron estas técnicas y establecieron los primeros gremios de panaderos, consolidando al pan como un elemento esencial en la dieta y la vida social. A lo largo de la historia, este alimento ha simbolizado sustento, trabajo y comunidad, y ha sido parte de ritos religiosos y tradiciones familiares en distintas culturas.

Un alimento con valor cultural y social
El Día Mundial del Pan invita a reflexionar sobre su relevancia en la actualidad. En distintos países, panaderías, escuelas gastronómicas y asociaciones del sector organizan actividades para celebrar la fecha. Estas incluyen degustaciones, talleres, exposiciones, concursos y campañas solidarias, con el objetivo de promover el consumo responsable y la alimentación saludable. Además, la celebración busca reconocer el esfuerzo de quienes elaboran este alimento indispensable para millones de personas.

Pan y seguridad alimentaria
Más allá de su valor cultural, el pan es un componente clave en la seguridad alimentaria. Garantizar su acceso forma parte del derecho humano a una nutrición adecuada. La fecha también enfatiza la necesidad de políticas y programas que permitan que todos los sectores de la población puedan consumir pan y otros alimentos básicos, fomentando hábitos alimentarios saludables y sostenibles.
Conchas, donas, tortas y panes artesanales representan no solo un alimento, sino también un legado que atraviesa siglos. Cada rebanada, cada receta y cada horno refleja la historia, la creatividad y el esfuerzo de quienes mantienen viva esta tradición. Celebrar el Día Mundial del Pan es reconocer que este alimento sigue siendo esencial, no solo en la mesa, sino en la cultura y la identidad de las comunidades de todo el mundo.
LEE TAMBIÉN: Tianguis Turístico 2027 llega a Puebla