La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) definió el rumbo de sus próximos cuatro años con la reelección de Lilia Cedillo Ramírez como rectora, quien permanecerá en el cargo hasta 2029. El proceso estuvo marcado por el respaldo mayoritario de académicos, administrativos y directores, aunque también por inconformidades dentro del sector estudiantil.
La Comisión Electoral informó que Cedillo obtuvo 175 de los 223 votos sectoriales del Consejo Universitario. En el sector académico, ganó en las 44 unidades, mientras que en el administrativo y de directores recibió el apoyo absoluto. No obstante, entre los estudiantes, su principal contendiente, César Cansino Ortiz, fue quien consiguió la mayoría.
La protesta estudiantil tras los resultados
La reelección de Cedillo no estuvo exenta de polémica. Este jueves un grupo de estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras realizó una manifestación que partió del Carolino hacia Ciudad Universitaria. Con el rostro cubierto y cuerpos pintados de rojo para simbolizar sangre, los inconformes expresaron su rechazo a la decisión de la Comisión Electoral.

Fuente: BUAP
El descontento estudiantil tiene antecedentes. El 8 de septiembre último se produjo un enfrentamiento entre simpatizantes y opositores de la actual rectora. Esto durante la presentación de los planes de trabajo de los candidatos. Al retirarse del lugar, Cedillo fue agredida con huevos y bebidas lanzados contra su vehículo, lo que dio pie a una investigación interna.
Lee también: Con Lilia Cedillo, la BUAP va por más – Es De muy Buena Fuente
Pese a la tensión, la rectora consiguió el respaldo mayoritario. En cifras generales, alcanzó más de 41 mil votos de la comunidad universitaria, mientras que Cansino sumó 31 mil 863 y Ricardo Paredes 9 mil 706.
La BUAP frente a un nuevo ciclo
Con este resultado, la BUAP, considerada una de las universidades públicas más importantes del país, inicia un nuevo periodo de dirección académica. La institución ha destacado por mantener procesos electorales con amplia participación y por abrir espacios de diálogo, aunque el reto de la rectoría será atender las demandas del sector estudiantil, que ha mostrado inconformidad con los resultados.
El mensaje que deja esta elección es claro: la comunidad universitaria no es uniforme y las diferencias internas requieren atención. Lilia Cedillo tendrá el reto de fortalecer los canales de comunicación y garantizar que la democracia universitaria sea también un ejercicio de inclusión y respeto a todas las voces.