El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, vinculó a la organización de comerciantes “28 de Octubre” con la quema de un autobús de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), hecho ocurrido el martes 2 de septiembre en medio de las manifestaciones de estudiantes de la normal Carmen Serdán de Teteles de Ávila.
Durante su conferencia matutina del miércoles, Armenta lanzó un reproche público al líder del grupo, Rubén Sarabia, conocido como “Simitrio”:
“Usted me pide diálogo y diálogo hay. ¿Por qué manda a su equipo a quemar autobuses?”.
El mandatario reiteró que el gobierno mantiene abiertas las vías de negociación, pero que no tolerará acciones violentas ni ataques a la infraestructura pública.
“El pueblo de Puebla sabe qué pasó y quién está detrás de ese incidente. Aquí se respetan los derechos sociales, pero también se aplica la ley”, enfatizó.

“28 de Octubre”: Una protesta que escaló en la capital
El conflicto inició cuando un grupo de normalistas bloqueó el bulevar 5 de Mayo por más de cinco horas. Encubiertos aprovecharon el caos para incendiar una unidad de RUTA, lo que generó pánico entre personas en la calle y automovilistas.
Bomberos y policías acudieron de inmediato para controlar la situación, aunque el incendio paralizó la circulación durante gran parte del día. Pese a la gravedad de los hechos, no se reportaron personas lesionadas.
Las manifestantes abandonaron la ciudad horas más tarde y regresaron a Teteles a bordo de autobuses que fueron revisados por las autoridades, con el fin de asegurarse de que no trasladaran explosivos ni material peligroso. Esto motivó dos operativos de seguridad en distintos puntos de Puebla capital.
“Lo ocurrido es lamentable y la Fiscalía ya investiga los hechos”, dijo Armenta.

Exigen control en la normal de Teteles
El conflicto no se limita a las calles. De acuerdo con el secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, las estudiantes de Teteles buscan asumir un “control absoluto” dentro de la institución. Explicó que una de sus demandas es validar quién ingresa a la escuela, además de la propuesta de incluir a un grupo de hombres, algo que el gobierno no aceptó.
La inconformidad se trasladó también a Teteles, donde las alumnas cerraron el Palacio Municipal. Sin embargo, los habitantes del lugar reaccionaron y las desalojaron, lo que evitó que la protesta se extendiera como en la capital poblana.
Un clima de tensión que persiste
El gobierno estatal insiste en que las puertas al diálogo permanecen abiertas, pero advierte que actuará con firmeza contra los responsables de los disturbios. Para Armenta, el caso refleja cómo algunos grupos sociales intentan usar la inconformidad estudiantil para generar actos de violencia en Puebla.