Puebla enfrenta un reto serio en materia de salud materna. Con 14 casos registrados en los primeros siete meses del año, el estado se posiciona como la quinta entidad con más muertes maternas en México. Esta realidad subraya la urgencia de fortalecer la atención a mujeres embarazadas y mejorar las condiciones en las instituciones de salud.
Desigualdad en la atención y acceso a servicios
El informe oficial revela que nueve de las mujeres fallecidas recibieron atención en hospitales del IMSS Bienestar, mientras que solo una estuvo bajo cuidado del IMSS convencional. Preocupa que cuatro mujeres no hayan contado con ningún tipo de atención médica en momentos cruciales, lo que podría reflejar barreras de acceso o deficiencias en la detección oportuna de complicaciones.
Este dato invita a reflexionar sobre las disparidades que persisten en el sistema de salud y la importancia de garantizar que todas las mujeres gestantes tengan acceso a servicios de calidad, sin importar su lugar de residencia o condición socioeconómica.

Muertes maternas: Causas frecuentes y panorama nacional
Las principales causas de muerte materna en México incluyen complicaciones hipertensivas durante el embarazo, hemorragias obstétricas, problemas durante el parto y puerperio, aborto y embolia obstétrica. Aunque la mayoría de estas condiciones se pueden prevenir con atención médica adecuada, la tasa de mortalidad sigue siendo alta.
A nivel nacional, hasta julio de 2025, 265 mujeres embarazadas perdieron la vida. Aunque esta cifra es ligeramente menor a la del año pasado, sigue siendo alarmante. El Estado de México encabeza la lista con 42 muertes, seguido por Chiapas (26), Jalisco (22), Ciudad de México (16) y Puebla (14).
Un llamado a mejorar la salud materna
Estos datos evidencian la necesidad de redoblar esfuerzos en prevención, diagnóstico temprano y tratamiento oportuno. Mejorar la infraestructura hospitalaria, capacitar al personal de salud y garantizar que las mujeres embarazadas tengan acceso a servicios integrales debe ser una prioridad para reducir estas cifras.
La salud materna afecta a las mujeres e impacta a las familias y comunidades. Por ello, el reto es grande, pero con compromiso y acciones concretas se pueden salvar muchas vidas.