En Puebla, la prohibición de vender comida chatarra en las escuelas avanza con fuerza. Desde marzo de 2025, cuando se puso en marcha esta medida en el ciclo escolar 2024-2025, alrededor del 85% de los planteles ya no comercializa productos ultraprocesados. Este progreso refleja el compromiso de directores, padres de familia y autoridades educativas que trabajan en conjunto para transformar los hábitos alimenticios de los estudiantes.
Aurora González Tejeda, presidenta de la Federación Nacional de Padres de Familia (Fenapaf), señala que el éxito se debe al diálogo constante y la colaboración entre los actores de la comunidad escolar, quienes adaptaron sus cooperativas y tiendas para ofrecer alimentos saludables y naturales.
Dificultades para algunas escuelas
Sin embargo, entre el 10 y 15% de las escuelas todavía enfrenta obstáculos. Muchos planteles mantienen acuerdos previos con proveedores que dificultan la eliminación inmediata de comida no saludable. Además, el tamaño y la dinámica interna de algunas instituciones complican la supervisión continua durante los recreos.
Otra dificultad importante es la venta informal de golosinas entre estudiantes, un problema que exige mayor atención y participación de padres y maestros para frenarlo.

Vigilancia y próximos pasos
Durante los primeros meses tras la implementación, las autoridades realizaron inspecciones aleatorias para asegurar que las escuelas cumplieran con la norma.
Puebla se posiciona con buenos resultados en comparación con otros estados donde hasta el 40% de las escuelas aún vende comida chatarra. El reto para el próximo ciclo escolar es eliminar totalmente estos productos, garantizando que los alumnos tengan acceso solo a opciones nutritivas.
González Tejeda celebra el compromiso creciente de la comunidad educativa, que avanza en la creación de espacios escolares más saludables y seguros para todos los estudiantes poblanos.