Mientras las lluvias y el abandono siguen destruyendo las calles de Puebla, el presidente municipal José Chedraui Budib anunció que su administración no iniciará trabajos de pavimentación sino hasta 2026. Según él, la falta de recursos lo obliga a postergar estas obras, ya que se ha enfocado en pagar una deuda heredada de 500 millones de pesos.
“Desgraciadamente tuvimos que cubrir esos gastos, por eso no pudimos hacerlo”, declaró el edil, sin presentar alternativas ni un plan claro de atención inmediata.
En su lugar, el ayuntamiento solo realizará trabajos de relaminación, aunque ni siquiera precisó cuántas calles serán intervenidas. También aseguró que atenderán el tema de los baches, aunque reconoció que las lluvias dificultan avanzar. El problema es que, mientras Chedraui administra con cautela, la población paga con sus bolsillos.

Baches que cuestan hasta 20 mil pesos
Mecánicos en Puebla reportan un aumento de más del 40% en reparaciones por daños ocasionados por baches e inundaciones. Las afectaciones van desde llantas reventadas hasta motores inservibles. Algunos costos estimados:
- Llanta parchada: $60 a $80
- Llanta nueva: $1,600 a $3,199
- Amortiguador: $2,000 a $5,000
- Suspensión: $1,000 a $10,000
- Motor dañado por agua: $5,000 a $20,000
La falta de pavimentación y drenaje adecuado convierte cualquier trayecto en un riesgo. Personas automovilistas enfrentan gastos imprevistos que afectan su economía. En algunos casos, los vehículos se declaran como pérdida total.

José Chedraui Budib: Más excusas que soluciones para Puebla
Chedraui pospone obras de suma importancia. Además, busca culpar a sus antecesores. Señaló que la administración anterior dejó de pavimentar calles desde un año antes de su salida, lo que agravó el problema. Pero tras ocho meses en el cargo, su gobierno tampoco ha dado respuestas eficaces.
Aunque agradeció al gobierno del estado por apoyar con 25 cuadrillas de bacheo, la magnitud del problema requiere mucho más. Mecánicos afirman que la cantidad de autos dañados ha aumentado en toda la ciudad y que el mal estado de las calles no tiene precedente.
Mientras tanto, la capital poblana sigue atrapada entre baches, inundaciones y una administración que opta por postergar en lugar de actuar. Gobernar también significa resolver lo urgente, no solo administrar deudas.