Prohibidos desde 2019 el vender teléfonos celulares en vía pública en el municipio de Puebla. Sin embargo, este tipo de comercio continúa de forma abierta en el Centro Histórico, alrededores de mercados y zonas de alto tránsito, a plena luz del día y frente a la autoridad. La regulación vigente, incorporada al Código Reglamentario Municipal (Coremun), busca frenar el robo de dispositivos móviles, pero su aplicación es prácticamente inexistente.
La reforma al artículo 651 del Coremun, publicada el 7 de noviembre de 2019, prohíbe de manera explícita la venta de celulares —nuevos o usados— en calles, casetas, kioscos, vehículos y domicilios que no cuenten con uso de suelo comercial. También contempla sanciones que van desde multas hasta detenciones administrativas. Sin embargo, recorridos en calles como la 8 Poniente, la 10 Poniente o el bulevar Norte muestran que esta práctica persiste sin mayores restricciones.
Comercio informal a pesar de estar prohibidos desde 2019
En puntos como la avenida 8 Poniente, entre las calles 11 y 9 Norte, es común encontrar a hombres y mujeres ofreciendo celulares a precios por debajo del mercado. Las mesas improvisadas, cubiertas con telas rojas, exhiben modelos Oppo, ZTE, Motorola, Samsung, e incluso iPhones, en su mayoría usados, desbloqueados y sin ningún tipo de garantía ni documentación.
Los precios van desde mil hasta dos mil 200 pesos, según el modelo y el estado del equipo. Los vendedores solo aceptan pagos en efectivo y, en ocasiones, ofrecen chips de operadoras como AT&T o Movistar. Esta actividad se extiende a otras zonas como los alrededores del Mercado Hidalgo, donde la venta se realiza sobre banquetas invadidas por el comercio informal.

Pocos operativos y robos en aumento
Desde el operativo realizado en 2017 por la Fiscalía General del Estado, donde se aseguraron 77 equipos robados en la Plaza de la Tecnología, no se han realizado intervenciones de esa magnitud. Mientras tanto, los celulares siguen siendo los artículos más robados durante asaltos a transporte público y atracos a tiendas como Coppel, Elektra o Sam’s Club.
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En junio de 2024, tres tiendas fueron blanco de robos: dos sucursales de Coppel —una en el Centro Histórico y otra en el Parque Industrial Puebla 2000— y un Sam’s Club en San Pedro Cholula. En estos casos, los delincuentes rompieron vitrinas con mazos y escaparon en motocicletas. Las autoridades lograron detener a cinco personas en uno de los incidentes, aunque los operativos de seguimiento a los puntos de reventa siguen siendo mínimos.
La falta de vigilancia y la permisividad en zonas específicas hacen que la norma se perciba como letra muerta. Mientras no haya una estrategia sostenida que incluya vigilancia, inteligencia y consecuencias legales, la venta de celulares robados continuará como parte del paisaje urbano en Puebla.