A partir del 1 de julio de 2025, el transporte público de Puebla comenzará un proceso obligatorio de revisión para retirar las unidades obsoletas que circulan en malas condiciones. Con esta estrategia, las autoridades buscan responder a una demanda urgente de los usuarios: viajar de forma segura, cómoda y en vehículos que no contaminen.
Unidades viejas dejarán de circular
El plan inicia en la capital poblana y su zona conurbada, y después se ampliará a otros 39 municipios. Se enfocará en retirar camiones y microbuses que ya cumplieron su vida útil, estimada entre 10 y 12 años. De las 35 mil concesiones activas, al menos 7 mil unidades ya deberían estar fuera de circulación por sus fallas mecánicas y altos niveles de emisiones contaminantes.
La modernización protegerá a los pasajeros y mejorará el aire que respiran miles de personas y hará más eficiente el sistema de movilidad urbana.

Transporte público en Puebla: ¿Qué implica la revisión obligatoria?
La revisión vehicular incluirá tres aspectos principales:
- Diagnóstico físico y mecánico de las unidades.
- Verificación ambiental para comprobar que cumplen con la normatividad.
- Reemplacamiento exclusivo para el transporte público.
Este proceso servirá además para actualizar el padrón de concesionarios, verificar quiénes siguen operando legalmente y motivar la renovación del parque vehicular.
Una transformación en marcha
Según la Secretaría de Movilidad estatal, este cambio responde directamente a las quejas de los usuarios sobre el mal estado de los vehículos. El objetivo es claro: brindar un transporte más digno, seguro y confiable. Las revisiones se harán por zonas para evitar aglomeraciones, y aunque aún no se definen sanciones, las autoridades darán seguimiento puntual a quienes no cumplan.