En el primer cuatrimestre de 2025, la violencia en Puebla cobró fuerza. De acuerdo con el informe Incidencia Delictiva y algunas anomalías de la organización Causa en Común, el estado experimentó uno de los aumentos más severos en delitos de alto impacto a nivel nacional. Las desapariciones, secuestros y extorsiones marcaron la tendencia.
El rostro más crudo en Puebla: las desapariciones
Puebla cerró abril con 468 personas desaparecidas, una cifra que lo ubicó como el tercer estado con más casos en el país, solo por debajo del Estado de México y la Ciudad de México. Esta cifra representa un crecimiento abrupto del 318 % respecto al mismo periodo del año pasado.
Secuestros y extorsiones en crecimiento
Los secuestros también rompieron su tendencia. Aunque el total de casos fue menor (15), el repunte fue del 200 %, colocándolo en la cuarta posición nacional. Lo mismo ocurrió con la extorsión: se registraron 85 casos, cifra que duplicó la de 2024 con un aumento del 107 %.
La violencia cotidiana no cede
Puebla también se destacó por la violencia más visible y común. Con 3,500 denuncias, la violencia familiar creció 18 % y posicionó al estado en el tercer lugar nacional con mayor incremento. Además, los robos violentos no disminuyeron: 873 vehículos fueron despojados de sus dueños con agresión, y mil 71 personas sufrieron asaltos en la vía pública.
Transportistas, otro blanco frecuente
La situación fue aún más grave para quienes trabajan en el transporte de carga. Con 555 asaltos registrados en carretera, Puebla quedó en segundo lugar nacional en este delito, solo superado por el Estado de México.
¿Dónde hubo menos cambios?
No todos los indicadores crecieron. Los homicidios dolosos se mantuvieron relativamente estables con 303 víctimas. Los feminicidios reportaron nueve casos y la trata de personas descendió a ocho, una baja del 56 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Este panorama refuerza la urgencia de replantear la estrategia de seguridad en Puebla, donde los delitos de alto impacto se han convertido en una amenaza persistente para la población.