Con llaves en mano y discurso contundente, Alejandro Armenta puso en marcha una revolución vial: los primeros taxis y autobuses eléctricos que circularán por las calles de Puebla. Pero el acto trascendió la simple entrega de vehículos: se convirtió en un ultimátum contra los vicios del sistema. “Aquí no habrá espacio para corruptos”, lanzó el mandatario ante transportistas y funcionarios, marcando el tono de una nueva era en la movilidad urbana.

Cero tolerancia: Armenta rompe esquemas
El gobernador Alejandro Armenta no solo cargó las baterías de los nuevos vehículos, sino que electrizó al sector con advertencias claras: extorsiones, sobornos o privilegios irregulares tendrán consecuencias inmediatas. “Quien no trabaje con honestidad, mejor que prepare su renuncia”, sentenció. La medida forma parte del Programa Integral de Reordenamiento, que busca transformar el caótico panorama del transporte en Puebla mediante tecnología y regulación estricta.
Los números hablan por sí solos: 10 taxis eléctricos y 6 autobuses ecológicos conforman la primera avanzada de este proyecto alineado con la agenda nacional de Claudia Sheinbaum.
“No es solo cambiar motores de combustión por baterías, es garantizar que cada poblano llegue seguro a su trabajo, escuela o hogar, sin pagar sobretasas por ineptitud o corrupción”.
Alejandro armenta
De combustibles fósiles a futuro sostenible
Silvia Tanús Osorio, al frente de la Secretaría de Movilidad, detalló el doble objetivo: premiar a transportistas formales con tecnología de punta mientras se reduce la huella de carbono. “Estas unidades son el primer escalón hacia un sistema inclusivo y eficiente“, afirmó, destacando que los beneficios se extenderán a concesionarios que operen dentro de la legalidad.

Entre los beneficiados, la historia de Domingo Márquez emocionó a los presentes. Con 56 años manejando taxis convencionales, este viernes estrenó su vehículo libre de emisiones. “Gracias a Alejandro Armenta, mi oficio ahora ayuda al planeta”, comentó mientras recorría el nuevo modelo con orgullo.
Con auditorías sorpresa en patrullas y descargas masivas de apps para reportar irregularidades, Puebla demuestra que la electromovilidad va más allá de ecología: es un símbolo de transparencia. Alejandro Armenta lo resume: “Menos humo en el aire y en la administración”. La meta está clara: convertir a Puebla en referente nacional de transporte público sustentable y libre de corrupción.